Silvio Berlusconi vuelve a ser el centro de todas las tertulias en Italia después de que este viernes fuera condenado a cuatro años de prisión, aunque solo uno de ellos es de obligado cumplimiento.
Según la sentencia, de la que este sábado dan buena cuenta los periódicos, Berlusconi estaba a la cabeza de un entramado en el que se inflaban los montantes de la compraventa de derechos de transmisión de películas para así evadir impuestos a través paraísos fiscales.
Ni la prensa, buena parte de su propiedad, ni la opinión pública, se ponen de acuerdo sobre su culpabilidad.
"Bien, supongo que recurrirá. Como siempre ha pasado. Siempre ha hecho lo correcto. Yo creo que hay una campaña en su contra".
"Quizá esta sea la primera vez que podemos decir que la ley es la misma para todo el mundo incluso con los más poderosos. Los jueces han sido capaces de ejercer su poder. Me gustaría que siempre fuera así".
A Berlusconi le quedan dos instancias aún para recurrir la sentencia y poder eludir la pena. Pero no es este el único juicio al que deberá hacer frente ya que en el denominado 'Rubygate' está imputado por supuesta incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.
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